
CÓMO HACER UN BUEN TE FRIO
Hacer un té frio es muy sencillo. Pero como esta es una página dedicada a los tés de gama alta y cuyo objetivo es promover la excelencia tanto en el consumo como en el conocimiento del té entendemos que no se trata sólo de hacer un té frio, sino de hacer un BUEN té frio.
Y para hacer un buen té frio hay que empezar por hacer un buen té. Eso implica no olvidar dos elementos básicos: a) Usar el mejor té y agua posible y 2) Prestarle atención al procedimiento de extracción y a los utensilios que vas a utilizar. Volveré sobre estos asuntos en la segunda parte del post. Lo que sigue va a ser una recopilación de diversos procedimientos, con sus pros, sus contras y algún consejo.
Método 1. Olvidarse. Es uno de mis métodos favoritos. Tiene sentido usarlo si se prepara el té en tetera y especialmente en una tetera de más de 0,5 l. Básicamente se trata de aprovechar que estás haciendo un té -para desayunar, por ejemplo- y hacer una o más tazas extra.
Es importante que el té extra no se quede en la tetera y, a poder ser, que quede servido en la taza /jarra donde se prefiera tomar frio. Luego simplemente se olvida uno de él hasta que la sed o la casualidad te haga reencontrarte con esa taza preparada y fría, pero no distante, en la nevera.
Este método no funciona bien con tés de hoja muy rota o aquellos , especialmente verdes, que no sean relativamente frescos. La razón es que en esos tés puede haber muchas micro partículas que será muy difícil que pueda de colar y que seguirán infusionando y darán un aspecto turbio y un sabor amargo al té con el paso del tiempo.
Si no le gustan los tés muy fríos o añadirle hielo al té este es un buen método al igual que el método 3.
Si lo combina con el método 2 es que usted aspira, con justicia, a ser reconocido como un ser superior. Aunque lo más probable es que se gane, con justicia, la admiración y fama de ser un tanto especial.
Método 2. Hielos Cómplices . La idea básica de este método es aprovechar que se van a utilizar hielos para enfriar el té y convertirlos en algo especial que colaboren a un mejor resultado (tanto por lo que se refiere al sabor como a la presentación). Exige previsión ya que, obviamente, hay que preparar los hielos antes del día en que se quieran utilizar.
Puede utilizar el sistema del método 1 de hacer té de más y rellenar una o dos cubiteras con el té sobrante y ponerlas -cuando hayan enfriado un poco- en el congelador. O hacer expresamente su té favorito para té frio y hacer los cubitos con él.
Otro uso es hacer hielos con algún sabor que combine bien con el té que vaya a tomar (haciendo una infusión de canela, de menta, de agua de azahar, por ejemplo). De este modo los hielos servirán para enfriar y aromatizar el té que quiera tomar frio.
Tenga en cuenta que para enfriar un té recién hecho va a necesitar algo más de hielo que de té. Una bandeja de hielo estándar tiene el contenido de una taza, así que como mucho le dará para enfriar dos tazas (la mitad de hielo y la otra mitad de té). Si lo combina con el método 1 o el 3, que veremos ahora, el hielo le cundirá mucho más ( y si puede esperar a que el té recién hecho se temple un poco también).
Si tiene una buena trituradora y le gustan las bebidas muy frías siempre puede poner la bandeja antera de hielo, triturarla hasta que quede con textura de granizado y añadir un poco de un zumo frio (de limón o naranja, por ejemplo) o de algún té olvidado.
Método 3. Infusión en frio. Lo bueno y lo malo de los días de calor es que suelen venir juntos, por lo que es fácil prever que vamos a querer tener alguna bebida refrescante de un día para otro (aunque la previsión, la memoria y la ocasión no siempre se dan juntas).
Para hacer la infusión en frio de un té necesitamos tiempo, cuanto más fría esté el agua que utilicemos más tiempo necesitaremos para extraer el sabor del té. Con agua a temperatura ambiente media hora suele ser suficiente. Si el agua esta fría podemos necesitar un par de horas. Como comentaba antes este es también un buen método si lo que quiere es un te frio pero no excesivamente frio. La extracción es algo distinta que en el caso del método 1 y obtendrá tés más ligeros, pero si es lo que busca es un buen sistema para obtenerlo,
La ventaja de este método es que es relativamente sencillo y se pueden hacer grandes cantidades de una sola vez. Funciona mejor con tés aromatizados (los aromas añadidos están en la superficie de la hoja y se diluyen más fácilmente) que con tés puros. Pero si el aroma no es lo fundamental se puede hacer perfectamente con cualquier tipo de té.
La manera más cómoda es poner unos 12 ó 15 gramos de té por litro de agua fría en una jarra e introducir la jarra en la nevera. Se puede dejar tranquilamente reposar durante toda la noche y colarlo por la mañana.
En la página de la Escuela de té ( https://www.facebook.com/cursosdete/photos/a.436622236495122.1073741828.435170866640259/1017746975049309/?type=3&theater) hubo un par de personas que indicaron que utilizaban este método pero le daban un toque especial: Una vez colado trituraban una parte de las hojas que habían utilizado o algún trozo de fruta o bien las dos cosas juntas y se lo añadían al té. Hecho con tino es una muy buena sugerencia que acerca el té frio a los smoothies, ya que le añade cuerpo y cremosidad. Yo he obtenido resultados desiguales, ya que no todos los tés tienen la misma textura una vez infusionados y triturados, y el tacto en la boca no siempre es igual de agradable. Y con la fruta pasa lo mismo. Se pueden obtener mezclas muy curiosas y riquísimas, es cuestión de ir probando.
Método 4 Plis Plas. Hacer un té caliente y enfriarlo con hielo. Es sin duda el más rápido y, si se hace bien y el suministro de hielo es suficiente, los resultados son generalmente mejores que la infusión en frio.
Hacerlo bien depende de acertar con el ratio de té caliente y hielo, especialmente si se quiere tomar granizado.
La norma general es que la taza se compondrá de un 40% de té caliente y un 60 % de hielo. Pero ese 40% de té tiene que estar lo suficientemente cargado para no diluirse en exceso cuando le añadamos el hielo. Así que a la hora de hacer el té ponga menos agua, aproximadamente la mitad, de la cantidad de té que quiere preparar. Si, por ejemplo, se va a hacer solo una taza, ponga 3 gramos de té y media taza de agua caliente. Si quiere hacer un litro ponga de 12 a 15 gramos y añada solo medio litro de agua. Es posible que quiera alargar un poco el tiempo de infusión. Si está usando un té que normalmente dejaría infusionar 3 minutos, añada al menos 30 segundos más.
Si lo va a querer granizado el mejor resultado, si tiene tiempo para prepararlo con calma – de 5 a 10 minutos más- es hacerlo en tres fases. Primero el té caliente; Segundo, añadirle la mitad del hielo para que se enfríe; Tercero añadir el hielo picado una vez que se han fundido los primeros cubitos. Si utiliza el método 2 de cubitos cómplices, guarde estos para el granizado.
Método 5 La leche. Generalmente asociamos el té frio a té hecho exclusivamente con agua. Pero podemos usar otras bases o jugar a mezclar agua y leche ( aquí puede dejarse llevar por sus preferencias entre las diferentes leches o bebidas como la leche de almendra o de soja)
Si le gustan las especias hacer un chai cargado, siguiendo cualquiera de los métodos anteriores, añadirle leche muy fría y terminar poniéndole ( si lo quiere extra frio) hielo puede ser algo que le interese probar este verano.
Hay gente, especialmente si en lugar de leche de vaca se usan leches vegetales o de almendras , que les gusta mezclar el té verde con leche. En general yo reservaría este método para tés negros. La leche endulzará y eliminará parte del amargor del té, por lo que se puede prescindir -depende de lo goloso que sea uno- de ponerle algún azúcar.
El uso de leche también invita a batirlo. Puede hacerlo escanciando varias veces de un vaso a otro antes de ponerle el hielo ( lo cual, además, servirá para refrescarlo aún más ) o directamente en una batidora. Pero el primer sistema es bastante más entretenido y vistoso (si ha viajado por la India o Pakistán seguramente sabe a que me estoy refiriendo)
Y aun hay más. Pero lo dejo para el siguiente post

5 Comments
Juan M. Naranjo Posada
Me encanta el te frio y estas “recetas” estan genial.
Muchas gracias maestrodete!
carloseduardo
Gracias a tí. Que disfrutes de muchos tes frios durante este verano
Nieves
Nunca hubiera pensado que se podría preparar té frío de tantas formas. Gracias
Concha
Realmente apetecibles con estos calores, además la presentación invita a prepararse uno de estos deliciosos tés.
Patricia
Yo soy muy amiga de la batidora americana para darle un toke final al té frio. Lo preparo en caliente (75ºC-80ºC)-normalmente tés verdes aromatizados, negros blends e infusiones afrutadas-, le doy su tiempo correspondiente y temperatura según la variedad, extraigo las hebras de té. Dejo reposar para que atempere, y después a la batidora con hielo y le añado lo que crea conveniente según lo que “busco”: miel, bebidas vegetales, fruta muy madura….Y a disfrutar. Gracias por el post.